Las industrias alimentarias juegan un papel muy importante en cuanto a la seguridad alimentaria de los seres humanos, en ellos recae la responsabilidad, por esto la aplicación de las buenas prácticas de manufactura (BPM), constituye una garantía de inocuidad y hasta cierto punto de calidad, que redunda en beneficio del empresario y del consumidor final en vista de que ellas comprenden aspectos de higiene y saneamiento aplicables en toda la cadena productiva, incluido el transporte y la comercialización de los productos.
Las BPM beneficia enormemente a una gran variedad de empresas puesto que les permite, como ya se ha dicho, producir alimentos seguros de acuerdo con las normativas nacionales e internacionales de manera que se faciliten los procesos de comercialización y de apertura de nuevos mercados nacionales o internacionales, con la garantía de ofrecer productos inocuos y seguros al consumidor.
Las buenas prácticas de manufactura (BPM) es un sistema que garantiza que los productos de manufactura, como alimentos, cosméticos y productos farmacéuticos, se produzcan y controlen de forma constante de acuerdo con los estándares de calidad establecidos, para ello necesitan cumplir e implementar las normativas manipulación y sistema preventivo de control de alimentos como: BPM, Procedimientos Operativos Estándares de Sanitización (POES) y Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (APPCC o HACCP, por sus siglas en inglés), que abarcan desde el diseño, el personal, los equipos, los procesos, los controles y toda la documentación, para garantizar un producto de calidad e inocuo, y que el consumidor sienta la seguridad de ingerir el alimento que ofrece cada empresa procesadora de alimentos.
Además, les permite medir el desempeño de su compañía, identificar sus debilidades y saber cómo superarlas, potenciar sus fortalezas, elaborar planes de mejoras, enfocándose en las verdaderas prioridades.
Beneficios de implementar las buenas prácticas de manufactura en su empresa
Industrias y sectores donde se aplican
Las Buenas prácticas de Manufactura tienen una aplicación muy amplia, pues cuidan de la inocuidad o calidad, dependiendo de su aplicación, de casi todo aquello que es fabricado a nivel industrial. Entre las más industrias más relevantes (pero no restringidas a) donde las BPM tienen acción, están las siguientes industrias: alimentos, farmacéutica, agro.
Y también, aunque no son una industria, pero deben adherirse a estas buenas prácticas están los laboratorios, usualmente de controles y de investigación y desarrollo (I+D).