Código de colores
Una gran alternativa para evitar la contaminación cruzada
La codificación por áreas (CPA) o, también conocida como código de colores, es un sistema usado con la finalidad de prevenir la contaminación cruzada.
La contaminación cruzada es conocida como la transferencia de microorganismos de un lugar a otro, este término es mayormente usado en el área de manipulación de alimentos, pero también es importante para cualquier otro sector, como por ejemplo, el de la salud.
A nivel hospitalario, implementar este sistema es de mucha utilidad ya que garantiza que cada espacio cuente con los implementos y productos correspondientes según cada necesidad. Además, cuando se hace uso del código de colores en los espacios del hogar, se refuerza la protección de cada uno de los integrantes de la familia porque se disminuye el riesgo de estar expuestos a virus, gérmenes y bacterias.
Por otro lado, el código de colores es una parte importante de cualquier programa de seguridad alimentaria. No solo ayuda a prevenir la contaminación cruzada debido a patógenos, alérgenos y contaminantes extraños, sino que también optimiza los esfuerzos de organización: cada cosa en su color. Y, además, aunque no es un requerimiento, el código de colores es una práctica valorada en los procesos de auditoría.
Un ejemplo para ilustrar el significado de la contaminación cruzada es cuando se hace uso de la misma tabla para picar alimentos. Si esa tabla es utilizada para preparar carnes crudas y luego se usa para la preparación de una ensalada, de esta manera se estaría transfiriendo las bacterias de un primer alimento a otro. Esto representa un grave riesgo para la salud de quienes posteriormente consumirán estos alimentos.
Una buena solución para este riesgo es la utilización de un código de colores por áreas, así sería más fácil establecer, por ejemplo, que para la limpieza de los baños se usarán los implementos de aseo de color rojo, para áreas de producción, el color amarillo; en áreas de almacenamiento los implementos de color azul, y así se asignaría un color diferente para cada área.
Se debe aclarar que, como ya lo mencionamos antes, no existe una norma que obligue a implementar el uso de los códigos de color por área, y en los lugares donde se quiera usar este sistema, se tiene la autonomía de asignar cualquier color a cualquiera de las áreas. Los colores sugeridos según la zona son:
- Azul:destinado a zonas generales del restaurante, como mesas, bandejas.
- Rojo:para baños, suelos y servicios.
- Amarillo:destinado a la desinfección de los útiles de cocina.
- Verde:para las zonas de cocina y preparación de alimentos.
- Blanco:para cualquier otro tipo de limpieza en general.
Importancia en la industria alimenticia (procesamiento y manipulación de alimentos):
Cualquier tipo de empresa de la industria de alimentos puede beneficiarse de la codificación de colores, para mantener las áreas de trabajo higiénicas y organizadas. Es ideal para ser aplicado en áreas de procesamiento de alimento (plantas de producción y transporte), pero también de manipulación de alimentos (restaurantes y establecimientos de comidas). Es de gran ayuda fortalecer este aspecto para reducir los posibles riesgos de contaminación.
Posiblemente puede ser más útil o necesaria en industrias con riesgos más altos de contaminación y contacto cruzado, como la cárnica/avícola, la láctica, los mariscos y pescado, verduras, panadería, etc.
Una ventaja de la codificación de colores por áreas, es la organización de la empresa, pues cuando todo tiene un lugar y todo el mundo sabe dónde está ese lugar, basándose en el color, es fácil mantener el orden. En instalaciones grandes, el código de color puede separar las herramientas por áreas o turnos. En empresas más pequeñas, puede usarse, por ejemplo, por empleado o por rol de empleado. Todo se determina internamente.
Por otro lado, se debe considerar que la codificación de colores va más allá de las herramientas de limpieza y de las herramientas de manipulación de materiales. También se pueden codificar todo tipo de accesorios, como las redes para el cabello, el calzado, la ropa, los contenedores o las cintas, para facilitar la distinción entre las diferentes zonas.
Lo importante es desarrollar un plan claro y preciso según la necesidad de la empresa, y sobre todo, socializar con todo el personal para que se tenga un conocimiento profundo de cada uno de los empleados de cada área, y así, garantizar una implementación idónea de este sistema.